miércoles, 20 de enero de 2010

¿Pensando en regresar?


Por: Dinah Saracho [HCN]

Como dice Ricardo Arjona “Si el norte fuera el sur”, seguramente no estaríamos aquí; sin embargo, aquí estamos y últimamente las cosas se han puesto un poco de cabeza. Entre ellas, el flujo de divisas que ya cambio su dirección, los billetes verdes ya no fluyen de norte a sur, han cambiado de color y ahora fluyen de sur a norte.

La crisis económica, el desempleo y la dificultad para mantenerse a flote han obligado a nuestros parientes del sur a mandarnos algo de dinero, lo poco que tienen para ayudarnos a sobrevivir mientras muchos esperan que la situación cambie y muchos otros deciden si se regresan a su país.

¿Regresarse? Se oye difícil pero posiblemente no sea tan grave. Si ya tomaste la decisión y está en tus planes empacar y regresarte a tu país, estos consejos te pueden ayudar. Toma un poco de tiempo y verifica que documentos debes certificar, autenticar o apostillar para que tengan valides en tu país; actas de nacimiento, actas de matrimonio y otros documentos legales emitidos en Estados Unidos algunas veces lo requieren.

Para certificar un documento investiga en la Secretaría de Estado de la capital del estado en donde vives o en donde fue emitido el documento, cada estado tiene sus propios procedimientos, en algunos lugares puedes mandar tus documentos por correo para apostillarlos. La apostilla es para confirmar la legalidad de documentos en los países que firmaron el Convenio de la Haya en 1961.

Otro procedimiento que puede ser de utilidad es el Documento de Transferencia. Si tus hijos estudiaron la primaria “Elementary School” o la secundaria, “Middle School” en Estados Unidos es importante llevar un documento de transferencia para la revalidación de estudios en las escuelas de tu país. Pregunta en tu consulado.

Y ya que vas a visitar tu consulado una buena recomendación es que saques tu pasaporte para que viajes sin problemas, si viajas en avión o barco, el pasaporte es necesario, también es muy importante que preguntes cuanto dinero puedes llevar, recuerda que existen reglamentos relacionados con la cantidad de dinero en efectivo que puedes traer contigo y si no los cumples puedes incluso llegar a perder tus ahorros.

Mas vale llevarse todo en orden y evitar problemas, seguramente una vez allá no va a ser fácil regresar para arreglar cualquier documento. Lo mejor es ir a tu consulado y preguntar qué necesitas hacer para poderte regresar a tu país sin tropiezos.

Amigo lector de La Columna Vertebral, si necesita información o servicios en su comunidad llame a la Línea de Ayuda de la Fundación Self Reliance al 1-800-473-3003.

martes, 19 de enero de 2010

No todo lo que brilla es oro


Por: Andrea Sarralde

Según las cifras más recientes del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, el desempleo en el país subió a 10,2 por ciento, la cifra más alta en los últimos 26 años. Con la crisis económica, surgen infinidad de alternativas para aquellos que se han quedado sin trabajo.

Es curioso y hasta triste pensar que de cada circunstancia hay quienes ganan y quienes pierden, y por lo general los que pierden son los más vulnerables y los que ganan son los que buscan sacar provecho de la desesperación del desempleado.

Ojo, no todo lo que brilla es oro. Aprendamos de la historia de Juan, lo que le paso a él, le puede pasar a cualquiera; incluso a aquellos que tienen empleo, pero buscan ganarse unos pesitos de más.

Pasan varios meses y Juan, uno más en la lista de desempleados no encuentra trabajo. Un día como cualquier otro revisando la lista de empleos, le llamó la atención un aviso que decía: “Trabaje desde casa y gane hasta $700 dólares semanales”.

Juan llamó, y efectivamente para empezar a ganar grandes sumas de dinero debía registrarse con $350 dólares y así de fácil, recibiría un catálogo con las instrucciones y materiales para hacer muñecos de nieve decorativos para la época navideña.

Por cada muñeco hecho recibiría $10 dólares, y el promedio era fabricar 70 muñequitos de nieve en una semana. Al principio parecía tarea fácil, como lo describían en el catálogo, hasta un niño podría fabricar los famosos muñecos.

Lamentablemente no fue así. Juan envió los $350 dólares, recibió una serie de bolas de plástico de diferentes colores y tamaños y un hilo nylon. De inmediato intentó trabajar en su primer muñeco. Le tomó más de dos semanas terminar el primero y único que hizo.

Frustrado, llamó a la compañía a la que envió el dinero para hacer el reclamo, pero como presentía nadie contestó.

Finalmente, Juan, como muchos otros, perdió el dinero y el tiempo que invirtió en una empresa fantasma. Por eso, recuerde que es imprescindible averiguar a fondo sobre la reputación y veracidad de las compañías que ofrecen empleos desde casa.

Recuerde que no todo lo que brilla es oro, y si es muy bueno para ser verdad seguramente no los es.

Amigo lector de La Columna Vertebral, si necesita información de servicios en su comunidad llame a la Línea de Ayuda al 1-800-473-3003.