lunes, 25 de abril de 2011

¡Vamos a la Biblioteca!

Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana
A propósito del Día de los niños y los libros que se celebrará a nivel nacional este 30 de abril, vale la pena recordar, una vez más, la importancia de fomentar en nuestros hijos hábitos tan indispensables como la lectura.

El conocimiento, que hoy gracias a la tecnología se presenta en tan diversas formas, es un bien de valor incalculable al que todos debemos acceder.

Por fortuna, a nivel nacional se cuenta con una red de bibliotecas en las que es posible encontrar programas variados y servicios multiculturales que responden cada vez con más eficiencia a las necesidades de una población tan diversa como la nuestra.

Es de resaltar que según un estudio de la American Library Association, ALA, el español es el idioma, que aparte del inglés, recibe más apoyo en las bibliotecas públicas. El 78 por ciento de las bibliotecas reportaron que el español es el principal idioma después del inglés, para el que se crean servicios y programas.

Siendo así, las bibliotecas se convierten en un inigualable recurso para niños y jóvenes, en los que además es primordial fomentar el bilingüismo. En las bibliotecas podemos acceder no sólo a una gran variedad de libros de todo tipo, si no que podemos poner a disposición de nuestros hijos las tecnologías y avances que tal vez no tenemos en casa.

“Las bibliotecas son parte del ‘Sueño Americano’”, expresó Julie Corsaro, presidenta de la Asociación de Servicios de Bibliotecas para la Niñez, Association for Library Service to Children, ALSC, una división de ALA.

“En la medida que las familias tratan de afrontar la crisis económica, las bibliotecas trabajan con los nuevos estadounidenses para ayudarlos en el aprendizaje del inglés, en la solicitud de empleos, en la identificación de herramientas electrónicas y educativas del gobierno que mejorarán su calidad de vida’ agregó Corsaro recordando que el analfabetismo o la alfabetización insuficiente están vinculados a la pobreza.

Hay que recordar además que el ejemplo empieza por casa y que nunca es demasiado pronto para incentivar la lectura en nuestros hijos. Lo que sembremos en ellos en su primera infancia será fundamental en su crecimiento personal, en su proceso de aprendizaje y en su éxito académico.

Por eso, insisto, es una buena idea dedicar un tiempo - si no lo ha hecho aun – dentro de su rutina diaria y compartir con sus hijos un espacio dedicado a la lectura y el aprendizaje.

La literatura hispana esta llena de posibilidades innumerables para nuestros hijos, pero si por algún motivo, no tiene a la mano uno de esos libros o cuentos infantiles que lo acompañaron en su infancia, recurra a su memoria y desentierre esas leyendas e historietas fabulosas que dejó en su país o convierta en cuentos las anécdotas familiares.

Su historia y la historia de su familia son también la historia de sus hijos y al conocerlas y disfrutarlas no sólo aprenderán de ellas si no que reforzaran su identidad, eso elevará su autoestima y les abrirá las puertas del aprendizaje.

Para saber más sobre el día que celebra a los niños y los libros puede visitar http://www.ala.org/ala/mgrps/divs/alsc/initiatives/diadelosninos/index.cfm o ir a su biblioteca más cercana, recuerde, el conocimiento es la mejor herencia que puede dejarle a sus hijos.

lunes, 18 de abril de 2011

Piense y hágase rico

Luisa Fernanda Montero para La Red Hispana

Por mis manos han pasado desde El Vendedor Más Grande del Mundo de Og Mandino hasta el Secreto de Rhonda Byrne que hace pocos años generó tanto revuelo. Mi experiencia con los libros de auto ayuda para quienes gustan llamarlos de ese modo, ha sido siempre agradable y constructiva.

Gracias a esa experiencia, que se inició muy temprano en mi vida, he logrado superar muchas crisis y cuando no he aprendido algo lo he recordado, que para el caso es lo mismo.

A veces nos enfrascamos en las angustias cotidianas y nos olvidamos del bosque por concentrarnos en el árbol, cuando la realidad es que el bosque esta lleno de posibilidades y está siempre en nosotros decidir cual preferimos.

Piense y Hágase Rico, el libro de Napoleon Hill recoge una serie de principios vitales esenciales para ser competitivos en un mundo capitalista cada vez más exigente y nos recuerda la importancia del método como principio del éxito.

Para empezar, recordamos con Napoleon Hill la importancia de saber para donde vamos, lo que deseamos. El milagro de tener un objetivo principal en la vida es el comienzo de nuestro éxito.

“…hay una cualidad que uno debe poseer para ganar, y es la definición del propósito, el conocimiento exacto de lo que uno quiere, y un deseo ardiente de poseerlo”.
Tenemos que saber que queremos, de lo contrario dirigir nuestras vidas puede convertirse en un ir y venir con la corriente que, al final, puede llevarnos a cualquier lugar y eso no podemos permitirlo siendo nosotros los dueños de nuestro destino al tener el poder de dominar nuestro pensamiento.

Tal vez, cuando como inmigrantes decidimos empezar el viaje sin retorno a una tierra desconocida, traemos objetivos muy claros en mente, seguramente muchos de ellos tienen un tinte económico; esos objetivos y esos sueños son los que nos dan la fuerza para emprender el camino y continuarlo a pesar de los tropiezos y dificultades cotidianos.

Ya sabemos pues lo que es tener un objetivo e ir en su búsqueda, entonces, ¿por qué no aplicar este principio en todas las áreas de nuestra vida, como los sugiere Hill, y así darle inicio a lo que puede ser una existencia mucho más productiva económicamente?

Si creemos que es posible, es posible. Las grandes ideas que han cambiado a la humanidad han sido primero un pensamiento y como dice Hill los pensamientos combinados con las emociones constituyen una fuerza magnética que atrae otros pensamientos similares o relacionados.

Así que lo que guardemos en nuestra mente sumado a la confianza que nos tengamos a nosotros mismos a la hora de la acción es una de las muchas formulas propuestas por el autor que pueden abrirnos caminos hacia el éxito personal y económico.

Por eso, es indispensable entrenar nuestra mente para que aprenda a rechazar los pensamientos negativos o pesimistas – que atacan permanentemente y en cualquier momento pueden arraigarse en nuestra mente como una plaga – porque el subconsciente no distingue entre impulsos negativos y positivos, simplemente trabaja con el material que le damos.

Como lo dicen los versos que cita el autor; si piensas que estás vencido: lo estás,/ Si piensas que no te atreves: así es,/ Si te gusta ganar pero piensas que no puedes,/ es casi seguro: no ganarás.

Hill recuerda, además, que las batallas de la vida no siempre favorecen al más fuerte o al más rápido, pero tarde o temprano el que gana ¡es el que piensa que puede! Y tú… ¿puedes?

lunes, 11 de abril de 2011

Sida: 30 años perdiendo la batalla

Luisa Fernanda Montero

En el mundo de hoy, siete mil personas se infectan con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida – VIH – diariamente. En Estados Unidos, se calcula que más de un millón de personas viven con el virus; cerca del 21 por ciento de ellas ignora que lo tiene.

Al cumplirse 30 años de la aparición de la epidemia y en medio de este oscuro panorama, la comunidad latina sobresale. De acuerdo con Los Centros de Control de Enfermedades – CDC – los hispanos constituyen el 15 por ciento de la población pero representan un 17 por ciento de las personas que se calcula viven con VIH.

La tasa de infecciones nuevas por VIH en los hombres hispanos dobla la de los hombres de raza blanca y la tasa de las mujeres hispanas es cerca de cuatro veces mayor a la de las mujeres de raza blanca.

La realidad es que distintos factores de riesgo ponen a la comunidad hispana en desventaja a la hora de enfrentarse al Sida.

De acuerdo con el Centro de Estudios de Prevención del Sida, de la Universidad de California en San Francisco, muchos inmigrantes afrontan diferentes desafíos relacionados con el riesgo de contraer el virus. Entre los factores citados por el Centro de Estudios pueden estar los cambios en su identidad y/o conducta sexual una vez que están en Estados Unidos, la posibilidad de acceso a servicios de salud y a información adecuada sobre la existencia del riesgo y el uso de condones, la naturaleza de sus relaciones de pareja y la discriminación, el racismo y la pobreza a la que pueden enfrentarse en este país.

Aunque los esfuerzos por llegar a las comunidades en riesgo con programas de información y prevención de enfermedades de transmisión sexual han aumentado, ciertas barreras culturales siguen manteniendo a los hispanos en un lugar en el que su salud, ciertamente corre peligro.

Es un hecho, que por ejemplo, muchos trabajadores del campo que permanecen alejados de sus esposas por largos periodos, tienden más al sexo casual que otros grupos. Esta situación se agrava cuando tanto ellos como ellas se resisten al uso del condón. Muchas mujeres evitan exigir su uso a sus esposos porque le temen a su reacción. Para ellas la exigencia del condón implica una sospecha de infidelidad que puede desencadenar más rápido una pelea que una relación sexual segura.

El Centro de Estudios reporta que en una investigación, muchas mujeres hispanas reconocieron que los hombres con largas ausencias corrían riesgo de contraer el VIH, pero la mayoría creía que esto no le ocurriría a su esposo.

El problema es que más allá de la escurridiza fidelidad – cada vez es más difícil creer en su existencia – el Sida es una realidad. Una realidad que puede tocar su puerta al menor descuido y afectar seriamente su vida.

Por eso nunca está de más recordar que el uso del condón es primordial, que hacerse la prueba del Sida es fundamental - tanto como exigírsela a su pareja – y que el Sida puede afectar a cualquier persona independientemente de su preferencia sexual.
Usted puede infectarse al tener contacto con las secreciones corporales o la sangre de una persona infectada si estos ingresan a su cuerpo a través de pequeños orificios o cortadas en su piel, órganos sexuales o boca.

Muchas personas se infectan por el uso compartido de jeringas o elementos que puedan tener contacto directo con la sangre, como un cepillo dental o una cuchilla de afeitar.

Es necesario tomar las precauciones necesarias. Hacerse la prueba del Sida es un paso importante y necesario para su tranquilidad. Visite el sitio de los Centros para el Control de Enfermedades, CDC, http://www.hivtest.org/Espanol/Default.aspx, para saber dónde puede hacerse una prueba; puede obtenerla gratuitamente y es confidencial.

lunes, 4 de abril de 2011

Tan claro como el agua

Luisa Fernanda Montero

Aunque una de las primeras cosas que aprendemos es la importancia del agua en nuestras vidas, como especie, pareciera que nos esforzamos decididamente a destruirla en vez de esforzarnos por preservarla.

Hace poco, el mundo celebró de nuevo el día internacional del agua, el propósito: llamar la atención sobre la importancia del agua dulce, e impulsar un manejo sostenible de los recursos hídricos.

Cuando, desde la comodidad de nuestro hogar, tenemos la fortuna de abrir el grifo y obtener las cantidades deseadas del preciado liquido, es difícil imaginar un mundo en el que no haya agua; pues bien, miles de personas en el mundo sufren diariamente de su ausencia, y gracias al insólito crecimiento de las poblaciones urbanas, si nos descuidamos más de lo que estamos, el panorama es desalentador.

¿Cómo garantizar que el agua siga deslizándose hasta el grifo y supliendo nuestras necesidades diarias?

Ese es el desafió, un desafió que evidentemente requiere el compromiso de los gobiernos, las sociedades y los individuos. Pero también está el asunto de su pureza o potabilidad. El agua es potable cuando es apta para el consumo humano, lo que requiere todo un proceso de purificación que busca librarla de contaminantes orgánicos y minerales presentes en la naturaleza e incrementados por la acción del hombre.

Para el proceso de concientización individual tal vez sea bueno saber que se estima que para el 2025 al menos tres billones de personas – algo así como la mitad de la población mundial actual - podrían padecer por la escasez de agua en todo el mundo.

Y aunque se diga, que una sola golondrina no hace verano, en este caso, el papel que jugamos como individuos en la conservación de los recursos del planeta, si es muy importante.

Podemos hacer cambios pequeños que beneficien el medio ambiente y ayuden a preservar un recurso tan valioso como el agua.

Para empezar, a pesar del placer innegable e ineludible que representa el agua, podemos disminuir nuestro tiempo en la ducha, y tal vez hasta seamos capaces, podemos asumirlo como un reto, de cerrar la llave mientras nos enjabonamos.

A la hora de lavarnos los dientes podemos también cerrar el grifo y evitar que el agua corra sin necesidad y olvidar la costumbre de usar el inodoro como papelera; cada vez que descargamos el agua se gastan en promedio de 9 a 10 litros de agua, así que es mejor tirar las colillas, los papeles y otros desechos en el basurero.

¡Ah! Desechos. El hombre es el principal contaminante de los recursos hídricos. Si no manejamos correctamente nuestros desechos, estos iran a parar a las fuentes de agua. Hay que reciclar.

Debemos asegurarnos de que ningún grifo tenga un escape, el goteo de un grifo representa el despilfarro de unos 30 litros de agua al día; más de 10 mil litros al año.

Descongelar los alimentos poniéndolos debajo del chorro de agua, no es un gesto muy amable con el planeta; podemos sacarlos con tiempo de la nevera y esperar a que se descongelen solos.

Las lavadoras de platos y de ropa hay que usarlas sólo cuando estén llenas y si hay que lavar el carro, la mejor opción es la estación de lavado o “car wash”; allí se gastarán en promedio 35 litros, muchos menos de los 500 que se pueden gastar si se lava a punta de manguera, aunque yo insisto en que para tener tranquilidad de conciencia, lo mejor es el balde y la esponja.

Dicen que Leonardo Da Vinci decía que el agua es la sangre de la naturaleza, yo digo que tenía razón, y que si seguimos desangrando el planeta, somos nosotros los que vamos a morir. Cada gota de agua que ahorras, es un regalo de vida para el planeta.

Su consulado y usted

Luisa Fernanda Montero

Salir de nuestros países y llegar a un país nuevo, que no conocemos y en el que nos sentimos extranjeros, requiere gran valentía y audacia. Los retos y los sueños son muchos y adaptarse al nuevo hogar requiere de paciencia y trabajo. Por eso es indispensable que en el proceso de adaptación nos informemos y hagamos uso de todos los recursos a nuestro alcance.

Entre esos recursos, está el consulado de su país de origen.

Los consulados juegan un papel singular en la vida de todos aquellos que un día deciden emigrar de sus países de origen e instalarse en uno distinto para comenzar una nueva vida.

Por eso, si usted es inmigrante y vive en Estados Unidos, debe estar al tanto de la ubicación del consulado de su país de origen en su lugar de residencia; éste fue creado para servirlo.

En general, los consulados dependen de la institución nacional que rija las relaciones internacionales, ya sea una secretaria de relaciones exteriores o un ministerio; los consulados son una de sus dependencias.

El funcionario diplomático responsable de esa dependencia o consulado, puede denominarse cónsul general, cónsul adscrito o adjunto, cónsul honorario, vicecónsul o simplemente cónsul.

El cónsul es un funcionario cuyas responsabilidades pueden abarcar asuntos relacionados con servicios de carácter político, de información, de aduanas, notarial y de registro. Eso significa que la tarea del consulado es asistir a los ciudadanos del país que representa, en el trámite y legalización de documentos –cédulas, pasaportes, matrículas consulares, etc. – poderes y certificados de vida entre otros.

Los consulados cumplen también funciones notariales y de acuerdo con la Convención de Viena sobre Relaciones Internacionales están llamados a proteger los intereses del estado que los envía en el estado o país receptor dentro de los límites del derecho internacional, además de fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, económicas, culturales y científicas entre ambos estados.

Los cónsules tienen deberes de carácter humanitario que cumplen asistiendo a presos, enfermos, víctimas de crimen, menores, ancianos o aquellos que carezcan de capacidad plena en las circunstancias que así lo requieran y están llamados, además, a asistir a sus connacionales en situaciones de crisis y emergencias, de acuerdo con lo estipulado por el gobierno del estado que lo envía.

Su consulado debe estar presto a servirle dentro de los límites impuestos por las leyes y reglamentos del estado receptor – Estados Unidos en nuestro caso – y usted tiene derecho a beneficiarse de sus servicios.

Por lo general los consulados tienen páginas o sitios en la red dónde usted puede encontrar la información que requiera para adelantar cualquier trámite u obtener información general. Las embajadas suelen estar directamente conectadas con las dependencias consulares y pueden guiarlo hacia ellas, dependiendo del lugar dónde se encuentre o el servicio que requiera.

La mayoría de consulados ofrecen gran variedad de servicios comunitarios que pueden serle muy útiles en su nueva vida y por lo general realizan “consulados móviles” que buscan llegar más allá de los límites de sus jurisdicciones para servir a aquellos que así lo requieren y su papel es fundamental en asuntos críticos como las redadas de inmigración.

Una vez que usted se instale en una ciudad o condado, debe informarse sobre la ubicación del consulado más cercano, recuerde que el consulado es una oficina de su país de origen y los servicios que le presta no interfieren ni tienen relación con su estatus o situación migratoria en Estados Unidos. Infórmese, conéctese con sus raíces y acérquese a su consulado.