lunes, 27 de septiembre de 2010

La humedad, el moho y su salud

Por Luisa Fernanda Montero

Es muy posible que lo haya visto, incluso es posible que lo haya ignorado – no es buena idea – o que piense que es natural, normal y que no debe preocuparse. Si es así, está en un error. El moho puede traer serias complicaciones a su salud si no se controla eficazmente.

Si. Es normal. Forma, digamos, parte del universo biológico en el que vivimos e incluso tiene misiones específicas que cumplir; pero su presencia en los pulmones, no es deseable.

Para empezar, el moho, que se encuentra tanto al aire libre como en espacios interiores, es un hongo: un hongo que crece muy bien en condiciones calidas y húmedas y adora los aparatos de aire acondicionado mal atendidos.

La exposición a un ambiente húmedo donde exista moho puede afectar directamente su salud. De acuerdo al temperamento de su sistema inmunológico, que es el encargado de defender la salud de su cuerpo de los ataques exteriores, el moho puede generar desde una simple alergia hasta una congestión seria del pulmón.

Entre las molestias que puede causar la presencia incontrolada de moho, podemos citar congestión nasal, irritación de la garganta, tos, irritación en los ojos e incluso de la piel y si las partículas del moho están presentes en el aire en grandes cantidades, inhalarlas puede causar reacciones alérgicas, episodios de asma, infecciones y otros problemas respiratorios.

De acuerdo con los Centros para Control de enfermedades de Estados Unidos, CDC por sus siglas en inglés, las personas con un sistema inmunológico debilitado o con enfermedades crónicas de los pulmones, pueden sufrir infecciones graves de moho en los pulmones cuando están expuestas al mismo.

Bebés, niños, ancianos y personas con enfermedades del sistema inmunológico, mujeres embarazadas y quienes tengan afecciones respiratorias corren mayor riesgo.

Estudios científicos han encontrado “evidencias limitadas” que indican una relación entre la exposición al moho de interiores – apartamentos o casas – y las enfermedades respiratorias en niños que de otro modo se considerarían sanos. Yo no me arriesgaría, prefiero el moho fuera de mis dominios.

Si no está dispuesto a arriesgar su salud dejando sus pulmones, su garganta o su piel expuestos al ataque verdoso del malvado moho, hay muchas cosas que puede hacer.
El moho ama los ventiladores y los sistemas de calefacción y aire acondicionado y en general los lugares húmedos, aunque cuando decide reproducirse – cosa que le agrada sobremanera – no discrimina entre la madera, las tejas del techo, la tela, el tapete o los tapices de los muebles.

Así que usted deberá, si lo quiere controlar, empezar por reparar cuanto antes las gotas del techo, las ventanas y tuberías con niveles excesivos de humedad y limpiar, ventilar y secar todo completamente después de una inundación.

Es recomendable mantener ventilados los baños, la cocina y las áreas de lavado de ropas. Si el moho está creciendo en su hogar, límpielo y solucione el problema de la humedad.

El moho se puede eliminar de las superficies duras con productos comerciales, como el cloro, o con agua y jabón.

Abra puertas y ventanas, permita la entrada de aire fresco y no deje que el moho se apodere de su hogar.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Hispanos, herencia, celebración y responsabilidad

Por Luisa Fernanda Montero

Diariamente decenas de hispanos sobresalientes y exitosos hacen parte de los titulares y son noticia en todo el país; deportistas, actores, cantantes, políticos, artistas o escritores dejan permanentemente en alto su hispanidad al sobresalir con sus talentos, al mismo tiempo y en silencio, millones de hispanos le hacen honor a sus raíces siendo trabajadores honestos y responsables.

Todos merecen un reconocimiento; todos hacen parte de esa hispanidad que celebramos en el Mes de la Herencia Hispana y que reconoce los aportes de la comunidad, en lo social, lo económico y lo cultural y nos da la oportunidad de reencontrarnos con nuestras raíces y destacar las virtudes y los logros de quienes nos han antecedido.
El Mes de la Herencia Hispana, debe ser también, un espacio para la reflexión y un momento para analizar nuestro papel en esta sociedad.

Somos parte fundamental del engranaje que hace que el país avance. Sin el aporte honrado y minucioso de los hispanos que día a día construyen presente y futuro desde sus más humildes labores, desde la limpieza de sus actos y el firme deseo de salir adelante, este país no sería el mismo.

Por eso, celebrar la herencia hispana es también reflexionar sobre nuestros deberes y responsabilidades como miembros de una comunidad que, a pesar de todo, sigue siendo víctima de discriminación, injusticia y racismo.

Mientras las redadas continúen y nuestras familias sigan sufriendo separaciones injustas gracias a un ineficiente sistema de inmigración, no podemos bajar la bandera y limitarnos a celebrar.

Este tiempo en el que se reconocen nuestras riquezas debe ser también una oportunidad. Si bien es cierto que nuestro aporte laboral es indispensable para el crecimiento de esta nación, también es cierto que podemos incrementar nuestra participación cívica y nuestro poder de decisión.

Sólo participando activamente en el proceso democrático podremos llegar algún día a celebrar un mes de la herencia hispana, en el que la familia latina pueda celebrar unida y sin temor, la dignidad de todos sus aportes.

El voto es la única forma efectiva de reclamar los derechos que nos corresponden como trabajadores honrados, como madres y padres formadores de futuro, como jóvenes capaces de triunfar en un país que no les niegue la oportunidad de educarse.

El cumplimiento de nuestros compromisos sociales nos abre camino, pero ese camino es largo, falta mucho para que nuestra comunidad, realmente pueda hacer parte del sueño americano, en igualdad de oportunidades, por eso, si está en sus manos, participe, hágase ciudadano, vote y déle con su voto una esperanza al que está lejos de alcanzarlo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El Seguro Social no es sólo un número

Luisa Fernanda Montero
Las ocupaciones y las responsabilidades económicas cotidianas, muchas veces ocupan toda nuestra atención y nos distraen de algunos asuntos que, a pesar de no representar beneficios inmediatos, son indispensables para nuestro futuro.

Es el caso del Seguro Social, el instrumento del gobierno que les permite a los trabajadores y a sus familiares obtener una pensión a la hora del retiro y que reviste gran importancia para nuestra comunidad, teniendo en cuenta que gracias a sus beneficios millones de ancianos hispanos escapan de la pobreza.

Por eso, si aun no lo ha pensado, es indispensable que se informe y conozca sus derechos y deberes en lo que al Seguro Social se refiere.

Todas las personas que trabajan deben pagar sus impuestos, estos incluyen la porción del Seguro Social que es compartida con el empleador. Tanto trabajadores como empleadores deben pagar cada uno la cantidad correspondiente al 6.2 por ciento del sueldo del empleado.

Para obtener beneficios del Seguro Social los trabajadores deben acumular 40 créditos a lo largo de su vida laboral; un trabajador puede recibir hasta cuatro créditos al año.

Al completar los créditos y llegar a la edad de jubilación, o en caso de incapacidad laboral, el trabajador obtendrá apoyo financiero para él y su familia inmediata. Sin embargo, muchos trabajadores hispanos no pagan sus impuestos al Seguro Social.

Esto ocurre generalmente si, el trabajador recibe su pago en efectivo y su empleador no reporta su sueldo y no hace los pagos correspondientes o si es mal clasificado como trabajador independiente y no declara impuestos.

Por eso, es muy importante que revise las colillas de sus pagos y se asegure de que está contribuyendo al Seguro Social y si es un trabajador independiente, declare sus impuestos.

Incluso, si tiene problemas con su estatus migratorio es importante que aporte al Seguro Social, y que guarde sus colillas de cheque, declaraciones de impuestos o cualquier documento que demuestre que usted ha hecho sus pagos, así, cuando su situación migratoria se regularice es muy probable que usted obtenga los beneficios por los que ha pagado a lo largo de su vida laboral.


Actualmente, millones de trabajadores latinos aportan al sistema del Seguro Social pero no lo conocen o no saben cuales son los beneficios para los que están ganando derechos.

Los pensionados hispanos del Seguro Social están aumentando rápidamente, por eso usted debe conocer sus derechos y tener claras sus posibilidades de futuro.
Si desea ampliar esta información puede ingresar a la página del Consejo Nacional de la Raza, a www.nclr.org/socialsecurity dónde encontrará información en español y para determinar si usted es elegible para recibir beneficios del Seguro Social, contacte a una oficina local de la Administración del Seguro Social o llame al 1800- 772-213. El Seguro Social es mucho más que un número. Asegúrese de asegurar su futuro.

martes, 7 de septiembre de 2010

¡Con la salud no se juega!

Por Luisa Fernanda Montero

En Estados Unidos, millones de personas no tienen acceso a una nutrición adecuada. Dicha circunstancia incrementa los riesgos de padecer enfermedades como la diabetes y la obesidad, pero la situación se agrava cuando a la deficiencia alimentaria se le agrega el consumo de medicinas no recetadas o de supuestos adelgazantes mágicos.
De acuerdo con la publicación de la Asociación Dietética Americana - American Dietetic Association – en Estados Unidos viven más de un millón de niños en hogares en los que no existen garantías de suplir sus necesidades nutricionales.
La llamada ‘inseguridad nutricional’ puede ser causada por diversos factores como la perdida de trabajo o la simple insuficiencia de dinero.
A pesar de la existencia de programas gubernamentales que pretenden llegar a los más necesitados y suplir, por lo menos, sus necesidades básicas, son muchos los que se siguen quedando fuera de la lista de los bien nutridos, y lo más triste es que a veces pesa más la ignorancia que la pobreza.
Pero mientras llega una revolución cultural y educativa que se encargue no sólo educar sobre la importancia de alimentarse sanamente si no de llevar a la mesa de los necesitados los productos alimenticios indicados para su salud; millones de personas siguen sufriendo las consecuencias de alimentarse con lo primero que encuentran.
Y es que, de acuerdo con la misma fuente, más de 49 millones de personas en Estados Unidos carecen de acceso regular a una alimentación nutritiva. Y mientras aumenta la obesidad, aumenta también la obsesión por la delgadez, lo que lleva a miles de consumidores a buscar productos adelgazantes que pueden tener terribles consecuencias para su salud.
La “urgencia” por adelgazar lleva a las personas a ingerir indiscriminadamente laxantes, diuréticos y otras peligrosas mezclas.
Ante todo, es indispensable recordar que cualquier cosa que entra por la boca tiene un efecto real en nuestro organismo, y muchas veces, ese efecto no es el que buscamos; por eso siempre que decidamos consumir cualquier medicamento, suplemento o sustancia debemos consultar con el médico.
Si es cierto que el acceso a los servicios de salud también es restringido, debemos entonces evitar automedicarnos, si no queremos sufrir las consecuencias.
Ingerir medicamentos o sustancias no recetadas – incluso naturales – pueden generar efectos secundarios o interferir en los resultados de la medicina recetada.
Diuréticos, laxantes, inhibidores de apetito o quemadores de grasas, entre otros supuestos amigos de la delgadez, inducen a la eliminación forzada de líquidos y pueden generar, según el caso, deshidratación, perdida de vitaminas y minerales, ansiedad, fatiga, trastornos respiratorios y hasta infarto del miocardio.
El uso excesivo e indiscriminado de suplementos y medicinas sin la supervisión de un médico, puede traer consecuencias nefastas e incluso la muerte. No ingiera sustancias que no cuenten con la aprobación de su médico y si decide consumir suplementos naturales hágalo con su consentimiento. ¡Con la salud no se juega!