martes, 25 de agosto de 2009

Cuidando la alimentación de nuestros hijos


Por: Luisa Fernanda Montero [HCN]

Más del treinta por ciento de los niños hispanos son obesos y a la hora de hablar de indicadores de salud dental, las estadísticas demuestran que su tendencia a sufrir de dolencias como la caries es mucho mayor que la de los niños blancos no hispanos, con el agravante, de que más del cuarenta por ciento de los hispanos no tiene seguro médico.

Tenemos que cuidar los hábitos nutritivos de nuestros hijos.

Esa es una tarea que debemos realizar en casa, somos nosotros – los padres – los que debemos asegurarnos de que nuestros hijos reciban la nutrición adecuada ya que como demuestra una encuesta publicada recientemente por la Universidad de Michigan el papel de la mayoría de las escuelas en ese aspecto, no es satisfactorio.

En el ámbito nacional sólo el 33 por ciento de los padres y madres calificaron positivamente - con una “A” - a las escuelas de sus hijos porque creen les ofrecen opciones de comidas saludables.

Eso deja claro que la responsabilidad no puede ser sólo de la escuela, que además, está sometida a regulaciones y presupuestos que pueden escapar a nuestro control, por eso a la hora de preparar la “lonchera” de nuestros hijos, debemos tener en cuenta varias sugerencias.

Debe contener las proteínas y calorías necesarias para elevar su rendimiento intelectual por lo tanto golosinas y gaseosas deben quedarse por fuera.

Recuerde que la “lonchera” no debe reemplazar nunca el desayuno o el almuerzo.

Una lonchera nutritiva debe tener alimentos energéticos como pan, galletas o tortas, cuyo beneficio será mayor si se combina con algún alimento de origen animal o lácteo como queso, huevo o yogurt.

Las frutas son indispensables. No olvide incluir una bebida para evitar la deshidratación, prefiera el agua, los jugos naturales o la leche sin grasa o baja en grasa. No elija bebidas gaseosas: tienen demasiadas calorías y están fuertemente vinculadas con la obesidad.

Si sus hijos se involucran en la preparación de los alimentos que llevarán a la escuela serán más concientes de su beneficio y habrá menos posibilidades de que regalen la comida, la intercambien con sus compañeros o no la consuman.

Busque agradar a sus hijos eligiendo comidas frescas y variadas y recuerde que la preparación de la “lonchera” puede convertirse además en un momento para compartir en familia y para enseñarles la importancia de la buena alimentación.

Los hábitos nutritivos que adquieran hoy, gracias a su dedicación, los acompañarán toda la vida y harán de ellos adultos sanos y responsables.

Amigo lector de La Columna Vertebral, la Línea de Ayuda está siempre a su disposición con sus servicios de información y referidos en el 1-800-473-3003.

martes, 18 de agosto de 2009

Una saludable e informada participación


Por: José López Zamorano [HCN]

Entre la larga lista de lamentables rezagos que padecemos los latinos de Estados Unidos, quizás ningún asunto es más preocupante que el déficit de cobertura médica. Casi un tercio de nuestra comunidad, unas 15 millones de personas, no tiene seguro médico.

La alarmante cifra debe ser motivo de indignación nacional. La salud es el cimiento de una vida digna y productiva, y sin ella no puede haber éxito económico o educativo posible.

Por ello es importante que los hispanos nos involucremos activamente en el intenso debate nacional sobre la reforma del sistema de salud. Mantenernos informados de manera regular sobre el curso del debate y sobre las diferentes iniciativas de ley, es un primer paso para comprender con exactitud sus posibles consecuencias hacia nuestra comunidad.

El conocimiento de los proyectos de salud cobra una importancia aún mayor en este momento, porque se han diseminado rumores sin fundamento sobre las iniciativas de ley. Es crucial que dispongamos de información verídica que nos permita entender plenamente sus efectos y las alternativas. Los planes actuales no están escritos en piedra y aún es posible moldear el resultado final.

Nuestro involucramiento puede ir más allá. Si tenemos dudas o comentarios sobre los proyectos de ley siempre es posible entrar en contacto con los representantes legislativos de nuestros distritos para exponer nuestros puntos de vista. Muchos sitios oficiales de Internet ofrecen información en español.

Otra forma de participar es con nuestra asistencia a la serie de asambleas populares que están organizando los legisladores, y en las cuales ha sido notoria la ausencia de miembros de las minoras étnicas del país.

Los hispanos tenemos más riesgos de contraer enfermedades crónicas como la diabetes. En nuestras familias existe además una situación migratoria disfuncional, donde conviven bajo un mismo techo ciudadanos, residentes e incluso indocumentados. Ninguno de los proyectos de salud cubre a los últimos. ¿Cómo afecta eso la salud pública de la nación?

Muchos venimos de países con una fuerte presencia del gobierno en los sistemas de salud. No hay duda que nuestras experiencias, pueden enriquecer el contenido de la discusión nacional sobre la reforma de salud.

En nuestra comunidad es usual quejarnos de que las cosas no van bien; es típico buscar culpables. Más difícil es dejar de ser simples espectadores pasivos del rumbo del país y convertirnos -cada uno- en actores que puedan influir en el desenlace.

Esta es una excelente oportunidad de hacerlo y no podemos -no debemos- dejarla pasar.

Amigo lector de La Columna Vertebral, si necesita información o servicios en su comunidad llame a la Línea de Ayuda de la Fundación Self Reliance al 1-800-473-3003.

martes, 11 de agosto de 2009

Cómo Prevenir la Deserción Escolar


Por: Viviana Ávila Lindo

El ejemplo debe empezar por casa. Los padres de familia deben ser los primeros en atacar la deserción escolar en Estados Unidos. Cifras nada alentadoras de Americas Promise Alliance indican que anualmente 1 millón 300 mil alumnos de secundaria dejan las aulas para siempre.

Esto es un promedio de 7, 200 estudiantes cada día. Pero la realidad es aún más cruda cuando vemos que el porcentaje de deserción escolar entre los hispanos llega casi al 50 por ciento.

¿Qué hace que un estudiante decida abandonar sus estudios?

Muchos aducen razones económicas ya que tienen que ayudar a sus padres a trabajar, otros argumentan que el sistema escolar no les agrada y algunos dicen que no tienen ninguna motivación.

En ningún caso debería permitirse que un joven tire la toalla antes de tiempo.

Los primeros años de vida son fundamentales para que el niño aprenda a amar el estudio. Las lecturas infantiles que los padres comparten con los pequeños son un regalo inigualable; está comprobado que literalmente 5 minutos diarios de lectura en voz alta crean el ambiente propicio para que aprecien la disciplina y se empiecen a aficionar a la lectura.

Los padres de familia, incluso aquellos que no hayan tenido la oportunidad de ir a la escuela, pueden siempre buscar alternativas para motivar a sus hijos a ver en el estudio una oportunidad y no algo aburrido y sin sentido.

Las bibliotecas son un recurso al alcance de todos, allí no sólo hay programas de lectura si no que los niños tendrán la oportunidad de relacionarse con sus iguales y participar en actividades constructivas que le serán útiles a la hora de avanzar hacia un futuro académico exitoso.

Si ya son adolescentes, dialogue con ellos sobre lo que sienten por la escuela a la que asisten. Si es el caso, haga que identifiquen el por qué ya no quieren estar allí. A veces se cae en el error de ignorar que sus hijos pueden estar teniendo problemas que les impiden seguir con sus estudios.

Busque canales de comunicación y no desestime lo que ellos piensan. Motívelos y trate de hacerlos entender que, a pesar de las dificultades, el estudio es la única arma que les dará garantías para competir en el futuro.

El mejor regalo que puede ofrecerle a sus hijos es la educación. Con un estudiante más en las aulas de clase, gana la familia, la escuela y la sociedad en general.

Amigo lector de La Columna Vertebral, si necesita información a servicios en su comunidad llame a la Línea de Ayuda de la Fundación Self Reliance al 1-800-473-3003.

martes, 4 de agosto de 2009

Hablemos de sexo


Por: Luisa Fernanda Montero [HCN]

Los Estados Unidos ostentan las más altas tasas de embarazos no planeados entre jóvenes adolescentes, un dato que debe preocuparnos especialmente, porque la comunidad hispana es la más afectada.

Una de cada tres adolescentes va a quedar embarazada al menos una vez antes de cumplir los 20 años, de acuerdo con cifras de la Campaña Nacional de Prevención de embarazos Juveniles no Planeados.

Pero si aun no se alarma le contaré que el 53 por ciento de las adolescentes latinas va a protagonizar un embarazo antes de llegar a sus veinte. El porcentaje de latinas supera ampliamente el de las jovencitas blancas no hispanas que no supera el 19 por ciento y aun el de las comunidades afroamericanas que llega al 51 por ciento.

Cerca de la mitad de los jóvenes adolescentes, sostienen o han sostenido relaciones sexuales y el cuarenta por ciento de ellos sin ningún tipo de preservativo, pero, por alguna razón, hay pocas cosas más difíciles para los padres de familia que hablar de sexo con sus hijos.

Muchos confían en la labor de la escuela, que para seguir alarmándonos, muchas veces no cumple su papel; por eso, hoy en día en pleno mundo globalizado jóvenes y adolescentes ignoran los mas mínimos detalles de su fisonomía sexual, de la forma como funciona su sistema reproductivo y por supuesto cómo evitar un embarazo prematuro.

De acuerdo con Genevieve Martínez especialista en educación sobre salud sexual a ello se suma la generalizada falta de información adecuada entre los jóvenes que, además, muchas veces no tienen acceso a los anticonceptivos.

Si es cierto que los gobiernos deben generar políticas educativas eficientes, la labor debe iniciarse en casa.

¡Hablemos de sexo!

Nuestros jóvenes tienen el derecho de conocer sus opciones; pero esa es una conversación de dieciocho años, no de cinco minutos, para parafrasear a Molly Love, consejera juvenil que insiste en la importancia de transmitirle a nuestros hijos los valores que necesitan para triunfar en un ambiente de confianza y amor que los ayude a evolucionar comos eres humanos.

Hablar de sexo no es prohibir, sentenciar o vociferar que no se aceptan embarazos en la casa ni mucho menos ignorar las pilatunas de los varones porque entre más mujeres más machos, hablar de sexo es lograr que el primer amor de nuestros hijos sea el amor propio y que sean personas concientes de su sexualidad, de su capacidad reproductiva y de sus sueños para que puedan asumirlos con responsabilidad.

Amigo lector de La Columna Vertebral, la Línea de Ayuda está siempre a su disposición con sus servicios de información y referidos en el 1-800-473-3003.