Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana
Contrario a lo que pudiera sospecharse, dada la intensidad de las campañas informativas que buscan prevenirla, la obesidad sigue siendo una epidemia en Estados Unidos.
De acuerdo con el reporte F as in Fat: How Obesity Threatens America's Future 2011sobre cómo la obesidad amenaza el futuro de los estadounidenses, las tasas de obesidad entre adultos, aumentaron en 16 estados durante el último año y no declinaron en ninguno.
De acuerdo con dicho reporte las tasas de obesidad entre adultos latinos estuvieron por encima del 35 por ciento en cuatro estados: Misisipi, Dakota del Norte, Carolina del Sur y Texas y llegaron al menos al 30 por ciento en 23 estados.
Mientras tanto, las tasas de obesidad en adultos blancos superaron al 30 por ciento en sólo cuatro estados: Kentucky, Mississippi, Tennessee y Virginia Occidental.
Pero más allá de los números lo que debe llamar nuestra atención es la persistencia de una tendencia que puede afectar gravemente nuestra salud. De acuerdo con el doctor Eduardo López, nutricionista y director médico de Blue Cross Blue Shield en Texas el origen de la epidemia es básico: “Comemos más de la cuenta, comemos alimentos que nos son los más nutritivos y no estamos participando en actividades físicas”.
Es decir que, en general, existe un desbalance en términos nutritivos y de actividad física que de no detenerse continuará generando serios problemas de salud pública. No sobra recordar que la mala nutrición sumada a la inactividad física – asociadas con la obesidad – están incrementando el riesgo de los americanos de desarrollar otras enfermedades graves, incluida la diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, accidentes cerebro vasculares y algunas formas de cáncer.
“La obesidad definitivamente es un problema médico que contribuye alarmantemente al padecimiento de diabetes tipo 2, que tiene tasas mucho más altas entre los latinos que entre los blancos”, señaló el doctor López insistiendo en la gravedad de que esta condición, así como la presión alta, estén haciendo presencia en la vida de muchos menores.
Entonces, ¿como prevenir la obesidad? Es indispensable buscar un equilibrio alimenticio que involucre las cantidades adecuadas de proteínas; carnes bajas en grasa, frutas, vegetales y carbohidratos.
“Comer mejor y menos y movernos más”, en palabras del doctor López quien insiste en la importancia de incentivar – tanto en casa como en la escuela - la actividad física en nuestros hijos y monitorear las dietas escolares.
La forma en que alimentamos a nuestros hijos hoy determinará en gran medida sus costumbres nutritivas a futuro. Generar rutinas de recreación y sano esparcimiento le permitirá mejorar su salud y la de su familia. Revise sus costumbres alimenticias y busque la forma de incorporar actividades físicas a su cotidianidad antes de que sea demasiado tarde. Además recuerde que como dice el viejo refrán: mente sana, en cuerpo sano.
lunes, 11 de julio de 2011
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