Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana
Una vida sin límites, ese es el nombre del libro de Nick Vujicic que además de ser un testimonio fascinante, busca ser inspirador de una vida ridículamente feliz.
Y es que la sola portada es una invitación a pensar que muchas veces, si no todas, nuestros problemas y limitaciones pueden realmente ser ridículos. La portada del libro nos presenta una colorida fotografía de Nick en su estado natural, es decir, sin brazos ni piernas, tal cual como vino al mundo.
Sin embargo, a pesar del impacto que esto pueda generar en cualquiera que no haya sabido en su vida lo que es vivir sin una uña, lo que más impacta de la fotografía es la expresión y la sonrisa del barbudo que se presenta como alguien ridículamente feliz.
"De verdad creo que mi vida no tiene limites. Quiero que tú te sientas igual respecto a tu existencia sin importar cuáles son tus retos y tus obstáculos. Antes de comenzar este viaje juntos, quiero que te tomes un momento para pensar en las limitaciones que tú te has impuesto o aquellas que otros han puesto en tu camino. Ahora piensa como sería sentirse libre de esas limitaciones. ¿Cómo sería tu vida si cualquier cosa fuera posible?". Así nos invita Nick a recorrer su experiencia de vida.
Narrado en 277 páginas, el testimonio de Nick es demoledor. Y si dejamos que su mensaje nos atraviese creo que puede lograr que cambiemos en gran medida la forma en que vemos el universo y entendemos nuestra propia existencia.
A pesar de haber nacido sin brazos ni piernas, Nick logró vencer su discapacidad y llevar una vida independiente, rica y llena de satisfacciones, convirtiéndose en un modelo de vida. Hoy es un conferencista motivacional que viaja por el mundo para difundir su mensaje: la meta más importante de cualquier ser humano es encontrar el significado de su vida, sin importar los obstáculos o dificultades que se interpongan en su camino.
A través de las páginas de Una vida sin límites, Nick no sólo comparte las dificultades que sus discapacidades físicas han traído a su vida si no los retos emocionales que han implicado a lo largo de los años para él y su familia y nos cuenta como las ha superado gracias a su fe cristiana.
Al descubrir el propósito de su existencia – inspirar a los demás para hacer de su vida y del mundo algo mejor – nuestro protagonista encontró la confianza suficiente para construir una existencia productiva y provechosa: ¡sin límites!
"Yo tengo una opción. Tú tienes una opción. Podemos elegir vivir en las desilusiones y las desventajas; podemos elegir amargarnos, enojarnos o entristecer. O, cada vez que enfrentemos tiempos difíciles y a gente cruel, podemos aprender de la experiencia y seguir avanzando, adquiriendo así la responsabilidad de nuestra propia felicidad", dice Nick, para recalcar un poco más adelante que somos nosotros los responsables de esa felicidad: "Desear que las cosas cambien no produce ningún resultado, pero tomar la decisión de actuar ahora mismo, puede cambiarlo todo".
La historia de Nick Vujicic, el australiano que nació impedido y decidió tener una vida sin limites, ha de ser al menos una excusa para revisar nuestras propias limitantes, enfrentar nuestros miedos y decidir si hemos de agradecer lo que tenemos y luchar por mejorarlo o enfocarnos en aquello que no tenemos, para continuar, tal vez, justificando nuestra propia infelicidad.
"La vida no es una carrera corta, es un maratón", dice Nick con mucha razón y nosotros decidimos las rutas. Siempre hay alguien que nos ama, siempre hay alguien dispuesto a alumbrarnos con su luz, siempre podemos empezar de nuevo y decidir que podemos ser mas fuertes y una vez más, vencer la adversidad. Tú también puedes vivir sin límites.
Una vida sin límites, Nick Vujicic. Ediciones Aguilar, 277 páginas.
martes, 31 de mayo de 2011
lunes, 23 de mayo de 2011
Usted también puede salvar su casa
Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana
Desde el inicio de la crisis inmobiliaria, hemos visto como cientos de personas pierden sus casas, e incluso, como muchos hispanos se ven obligados a regresar a sus países de origen, con sus sueños empacados en una maleta.
A Elizabeth Reyes la crisis por poco la obliga a volver a su México natal y a dejarlo todo atrás; pero su empeño y determinación pudieron más que la angustia que le generaba la posibilidad de perder su casa y antes de rendirse decidió luchar por conservar el fruto del trabajo de muchos años.
Su casa no era sólo el refugio de su familia si no también la sede de su empresa,
pero cuando llegaron los tiempos difíciles y el trabajo comenzó a escasear, se atrasó en las cuotas de su hipoteca, una hipoteca que además excedía sus capacidades económicas.
“Antes engañaban a la gente, decían que ganando poco se podía comprar una casa que costaba mucho”, recuerda hoy con tristeza porque lo que parecía ser un sueño se convirtió en una pesadilla.
La persistencia de Elizabeth, residente del condado de Prince George en Maryland, la llevó a buscar la asesoría que necesitaba y gracias a las recomendaciones de los consejeros que la ayudaron, salvó su casa y volvió a comenzar.
“Fui al grupo que trabaja sin fines de lucro, busqué los servicios de HIP y ellos me ayudaron a modificar el préstamo”, cuenta esta mujer que hoy es la imagen de la campaña informativa de Housing Initiative Partnership, una organización sin fines de lucro certificada por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, HUD.
La historia de Elizabeth no es única. Como ella decenas de familias que han buscado la ayuda adecuada han logrado salvar sus casas. Sin embargo, sigue siendo preocupante que a pesar de las campañas educativas y los intentos por llegar a las comunidades con la información necesaria muchos hispanos continúan siendo víctimas de los estafadores de modificación de préstamo que exigen dinero por sus servicios y que no sólo no ayudan a las personas necesitadas, si no que muchas veces se quedan con sus casas.
HUD patrocina agencias de asesoría de vivienda en todo el país que pueden guiarlo en su proceso de compra de vivienda, alquiler, incumplimiento en los pagos, ejecuciones hipotecarias y temas crediticios.
Si está ya en proceso de ejecución o teme que le suceda, nunca ignore la correspondencia de su banco o agencia crediticia, póngase en contacto con su prestamista inmediatamente y comuníquese con una agencia de asesoría de vivienda aprobada por HUD.
Si no puede cumplir con los pagos de su hipoteca hágale frente al problema, recuerde que mientras más se atrasa, más difícil le será restituir su préstamo y las probabilidades de perder su vivienda aumentan.
El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos suministra fondos para servicios de asesoría de vivienda gratuitos o de muy bajo costo en todo en país. Los asesores de vivienda pueden ayudarle a entender la ley y las opciones disponibles; también pueden ofrecerle asesoría en cómo organizar sus finanzas y representarle en negociaciones con su agencia crediticia.
Tener la información correcta puede ser la diferencia entre el sueño y la pesadilla. Para buscar la asesoría y encontrar la agencia que puede ayudarlo en su localidad, llame a la línea telefónica gratuita de HUD al (800) 569-4287 o visite http://espanol.hud.gov/offices/hsg/sfh/hcc/hcs.cfm?&lang=es
Su historia, como la de Elizabeth, también puede tener un final feliz, ella no sólo logró rescatar su casa, al haber obtenido la ayuda que necesitaba, si no que hoy sigue siendo una empresaria exitosa.
Para la Red Hispana
Desde el inicio de la crisis inmobiliaria, hemos visto como cientos de personas pierden sus casas, e incluso, como muchos hispanos se ven obligados a regresar a sus países de origen, con sus sueños empacados en una maleta.
A Elizabeth Reyes la crisis por poco la obliga a volver a su México natal y a dejarlo todo atrás; pero su empeño y determinación pudieron más que la angustia que le generaba la posibilidad de perder su casa y antes de rendirse decidió luchar por conservar el fruto del trabajo de muchos años.
Su casa no era sólo el refugio de su familia si no también la sede de su empresa,
pero cuando llegaron los tiempos difíciles y el trabajo comenzó a escasear, se atrasó en las cuotas de su hipoteca, una hipoteca que además excedía sus capacidades económicas.
“Antes engañaban a la gente, decían que ganando poco se podía comprar una casa que costaba mucho”, recuerda hoy con tristeza porque lo que parecía ser un sueño se convirtió en una pesadilla.
La persistencia de Elizabeth, residente del condado de Prince George en Maryland, la llevó a buscar la asesoría que necesitaba y gracias a las recomendaciones de los consejeros que la ayudaron, salvó su casa y volvió a comenzar.
“Fui al grupo que trabaja sin fines de lucro, busqué los servicios de HIP y ellos me ayudaron a modificar el préstamo”, cuenta esta mujer que hoy es la imagen de la campaña informativa de Housing Initiative Partnership, una organización sin fines de lucro certificada por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, HUD.
La historia de Elizabeth no es única. Como ella decenas de familias que han buscado la ayuda adecuada han logrado salvar sus casas. Sin embargo, sigue siendo preocupante que a pesar de las campañas educativas y los intentos por llegar a las comunidades con la información necesaria muchos hispanos continúan siendo víctimas de los estafadores de modificación de préstamo que exigen dinero por sus servicios y que no sólo no ayudan a las personas necesitadas, si no que muchas veces se quedan con sus casas.
HUD patrocina agencias de asesoría de vivienda en todo el país que pueden guiarlo en su proceso de compra de vivienda, alquiler, incumplimiento en los pagos, ejecuciones hipotecarias y temas crediticios.
Si está ya en proceso de ejecución o teme que le suceda, nunca ignore la correspondencia de su banco o agencia crediticia, póngase en contacto con su prestamista inmediatamente y comuníquese con una agencia de asesoría de vivienda aprobada por HUD.
Si no puede cumplir con los pagos de su hipoteca hágale frente al problema, recuerde que mientras más se atrasa, más difícil le será restituir su préstamo y las probabilidades de perder su vivienda aumentan.
El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos suministra fondos para servicios de asesoría de vivienda gratuitos o de muy bajo costo en todo en país. Los asesores de vivienda pueden ayudarle a entender la ley y las opciones disponibles; también pueden ofrecerle asesoría en cómo organizar sus finanzas y representarle en negociaciones con su agencia crediticia.
Tener la información correcta puede ser la diferencia entre el sueño y la pesadilla. Para buscar la asesoría y encontrar la agencia que puede ayudarlo en su localidad, llame a la línea telefónica gratuita de HUD al (800) 569-4287 o visite http://espanol.hud.gov/offices/hsg/sfh/hcc/hcs.cfm?&lang=es
Su historia, como la de Elizabeth, también puede tener un final feliz, ella no sólo logró rescatar su casa, al haber obtenido la ayuda que necesitaba, si no que hoy sigue siendo una empresaria exitosa.
lunes, 16 de mayo de 2011
Su salud, sus derechos y sus alternativas
Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana
Como la vida nos entretiene con su rutina diaria y sus pequeños altibajos cotidianos, mientras todo marcha bien, es muy difícil que pensemos en que, de repente, todo puede cambiar. Así que no planificamos el modo o la forma en que tendríamos que reaccionar a un momento de crisis.
Lo malo, es que las crisis llegan. Hay de todo tipo, grandes crisis, crisis graves, crisis pasajeras y crisis a secas. Lo importante es que – en la medida de lo posible – estemos preparados.
Muchas de estas crisis tienen que ver con la salud, y a pesar de que sabemos que “la salud es lo más importante”, pocas veces nos preparamos para lo que puede ocurrir si nos da una sorpresa. Entonces, ¿qué hay que hacer?
Hay que tener un plan de acción, tiene que saber a quien y a dónde acudir, en el momento en que algún miembro de la familia lo necesite. Los números telefónicos de su médico o del centro de salud más cercano deben estar en un lugar accesible, o en las memorias de los teléfonos de toda la familia.
Si vive solo y no tiene familia en este país, siempre debe contar con alguien que pueda contactarse con sus familiares o darse cuenta de que algo anda mal. Recuerde que en caso de emergencia médica puede llamar al 911 para pedir ayuda.
A la hora de la atención médica las cosas varían un poco de estado en estado y dependen en gran medida de si el paciente tiene o no seguro médico, pero siempre hay recursos comunitarios y formas de obtener atención a pesar de no estar asegurado, por lo tanto la recomendación es que se informe, busque las clínicas o centros comunitarios de su zona y pregunte, infórmese, ese es un derecho fundamental al que no puede renunciar.
Si cae enfermo o tiene algún episodio que requiera su presencia en el hospital, recuerde que tiene derechos como paciente y piense que su recuperación y su vida deben ser prioridad, así que deje los remilgos para otro momento y hable, comuníquese con el personal médico; recuerde que tiene derecho a ser tratado con respeto y cortesía.
Como paciente usted tiene derecho a acceder a tratamiento médico sin distingo de raza, origen étnico, creencia religiosa o nivel de ingresos; a entender a cabalidad cual es su situación médica, cuales son sus alternativas de tratamiento a pedir la asistencia de un trabajador social en caso de necesitarlo, a proteger su privacidad, a solicitar y obtener respuestas razonables a sus preguntas, a saber quien le está dando asistencia, a pedir un interprete si no habla inglés o no lo habla bien.
Cuando de su salud se trata es muy importante que entienda perfectamente lo que le está diciendo el médico. Los tratamientos y las decisiones médicas tienen consecuencias reales en su salud, usted tiene derecho a saber qué medicinas está recibiendo y por qué y cuáles son los efectos secundarios de esa medicina.
Usted tiene derecho a un diagnóstico – explicación sobre su situación médica – si no lo entiende ¡pregunte! Y hágalo las veces que sea necesario.
Usted siempre tiene la opción de buscar una segunda opinión y de rehusar el tratamiento sugerido – en los casos permitidos por ley - .
En ciertas circunstancias y por diversos motivos es posible que el médico no se lo diga si usted no se lo pregunta, así que de nuevo. ¡Pregunte! Y hable con su familia de los pasos a seguir de ser necesario, así no tendrá que improvisar cuando llegue el momento.
Si usted está informado, podrá tomar mejores decisiones, si toma buenas decisiones el más beneficiado será usted. Por eso, insisto, si no sabe o no entiende, pregunte.
Para la Red Hispana
Como la vida nos entretiene con su rutina diaria y sus pequeños altibajos cotidianos, mientras todo marcha bien, es muy difícil que pensemos en que, de repente, todo puede cambiar. Así que no planificamos el modo o la forma en que tendríamos que reaccionar a un momento de crisis.
Lo malo, es que las crisis llegan. Hay de todo tipo, grandes crisis, crisis graves, crisis pasajeras y crisis a secas. Lo importante es que – en la medida de lo posible – estemos preparados.
Muchas de estas crisis tienen que ver con la salud, y a pesar de que sabemos que “la salud es lo más importante”, pocas veces nos preparamos para lo que puede ocurrir si nos da una sorpresa. Entonces, ¿qué hay que hacer?
Hay que tener un plan de acción, tiene que saber a quien y a dónde acudir, en el momento en que algún miembro de la familia lo necesite. Los números telefónicos de su médico o del centro de salud más cercano deben estar en un lugar accesible, o en las memorias de los teléfonos de toda la familia.
Si vive solo y no tiene familia en este país, siempre debe contar con alguien que pueda contactarse con sus familiares o darse cuenta de que algo anda mal. Recuerde que en caso de emergencia médica puede llamar al 911 para pedir ayuda.
A la hora de la atención médica las cosas varían un poco de estado en estado y dependen en gran medida de si el paciente tiene o no seguro médico, pero siempre hay recursos comunitarios y formas de obtener atención a pesar de no estar asegurado, por lo tanto la recomendación es que se informe, busque las clínicas o centros comunitarios de su zona y pregunte, infórmese, ese es un derecho fundamental al que no puede renunciar.
Si cae enfermo o tiene algún episodio que requiera su presencia en el hospital, recuerde que tiene derechos como paciente y piense que su recuperación y su vida deben ser prioridad, así que deje los remilgos para otro momento y hable, comuníquese con el personal médico; recuerde que tiene derecho a ser tratado con respeto y cortesía.
Como paciente usted tiene derecho a acceder a tratamiento médico sin distingo de raza, origen étnico, creencia religiosa o nivel de ingresos; a entender a cabalidad cual es su situación médica, cuales son sus alternativas de tratamiento a pedir la asistencia de un trabajador social en caso de necesitarlo, a proteger su privacidad, a solicitar y obtener respuestas razonables a sus preguntas, a saber quien le está dando asistencia, a pedir un interprete si no habla inglés o no lo habla bien.
Cuando de su salud se trata es muy importante que entienda perfectamente lo que le está diciendo el médico. Los tratamientos y las decisiones médicas tienen consecuencias reales en su salud, usted tiene derecho a saber qué medicinas está recibiendo y por qué y cuáles son los efectos secundarios de esa medicina.
Usted tiene derecho a un diagnóstico – explicación sobre su situación médica – si no lo entiende ¡pregunte! Y hágalo las veces que sea necesario.
Usted siempre tiene la opción de buscar una segunda opinión y de rehusar el tratamiento sugerido – en los casos permitidos por ley - .
En ciertas circunstancias y por diversos motivos es posible que el médico no se lo diga si usted no se lo pregunta, así que de nuevo. ¡Pregunte! Y hable con su familia de los pasos a seguir de ser necesario, así no tendrá que improvisar cuando llegue el momento.
Si usted está informado, podrá tomar mejores decisiones, si toma buenas decisiones el más beneficiado será usted. Por eso, insisto, si no sabe o no entiende, pregunte.
lunes, 9 de mayo de 2011
Autoestima, identidad y aprendizaje
Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana
He visto por años como los padres hispanos no sólo se esfuerzan si no que se sacrifican por darles a sus hijos una buena educación. Muchos trabajan incansablemente para darles la oportunidad de educarse, por eso, estoy segura de que el éxito académico de niños y jóvenes es una prioridad que compartimos como comunidad.
La educación, sin embargo no tiene que ver sólo con la escuela y las calificaciones, tiene que ver también con lo que somos como personas, como individuos, como miembros de una familia con historia.
Por eso para empezar, debemos transmitirles a nuestros hijos el orgullo de ser lo que son, de venir de donde vienen, de ser hispanos. En la medida en que los niños valoren su origen, su raza y su cultura construirán una identidad y una autoestima que los acompañará el resto de su vida y los ayudará a construir su propio éxito.
“La recomendación más importante es que los padres se sientan orgullosos de lo que son, que transmitan – a sus hijos - el gusto por sus tradiciones y su cultura a través de sus conversaciones sobre ellos mismos, sobre sus familias, sobre el lugar de donde vienen y porque se sienten orgullosos de ser de mexicanos, guatemaltecos o salvadoreños y de sus valores”, señala Antonia López, especialista en educación del Consejo Nacional de la Raza.
López, insiste en la importancia de que los niños hijos de inmigrantes hispanos, además, se sientan orgullosos del idioma de sus padres, que lo practiquen y lo estudien.
“El idioma es muy importante para que los padres puedan seguir siendo los consejeros de sus hijos y puedan acompañarlos a la hora de tomar decisiones importantes”, agrega López anotando que si los padres pierden la habilidad de comunicarse con sus hijos, los niños van a “quedarse solos, se van a educar solos y van a recibir consejos de otras personas en vez de recibirlos de sus padres”.
Y es que el idioma natal, de no practicarse puede perderse en un año, señala la experta recordando que cada momento en el que los padres y la familia en general tienen contacto con el niño, lo están educando; con cada gesto, con cada palabra, el padre tiene la oportunidad de transmitirle a su hijo una lección y de dejarle ver que es importante, que es querido y que es parte fundamental de la familia.
Las sencillas actividades del hogar, como la preparación de alimentos, la limpieza o el baño diarios son oportunidades de aprendizaje para los niños pequeños; en la cocina por ejemplo, si estamos preparando una ensalada, podemos irle enseñando al pequeño las diferencias entre las verduras, los distintos colores y texturas y la importancia de alimentarse sanamente.
Compartir con nuestros hijos los cuentos y las canciones o versos que aprendimos de pequeños, la historia de nuestros padres, de nuestros abuelos, de nuestra familia los ayudará a construir su autoestima y les dará confianza en si mismos. Un niño sano emocionalmente, que recibe el cuidado y la atención que necesita en casa, tendrá una autoestima en la que podrá apoyarse para seguir aprendiendo.
El aprendizaje es un proceso continuo que no termina, ayudarles a nuestros hijos en el proceso de aprender a aprender es uno de los mejores regalos que podemos darles.
Para la Red Hispana
He visto por años como los padres hispanos no sólo se esfuerzan si no que se sacrifican por darles a sus hijos una buena educación. Muchos trabajan incansablemente para darles la oportunidad de educarse, por eso, estoy segura de que el éxito académico de niños y jóvenes es una prioridad que compartimos como comunidad.
La educación, sin embargo no tiene que ver sólo con la escuela y las calificaciones, tiene que ver también con lo que somos como personas, como individuos, como miembros de una familia con historia.
Por eso para empezar, debemos transmitirles a nuestros hijos el orgullo de ser lo que son, de venir de donde vienen, de ser hispanos. En la medida en que los niños valoren su origen, su raza y su cultura construirán una identidad y una autoestima que los acompañará el resto de su vida y los ayudará a construir su propio éxito.
“La recomendación más importante es que los padres se sientan orgullosos de lo que son, que transmitan – a sus hijos - el gusto por sus tradiciones y su cultura a través de sus conversaciones sobre ellos mismos, sobre sus familias, sobre el lugar de donde vienen y porque se sienten orgullosos de ser de mexicanos, guatemaltecos o salvadoreños y de sus valores”, señala Antonia López, especialista en educación del Consejo Nacional de la Raza.
López, insiste en la importancia de que los niños hijos de inmigrantes hispanos, además, se sientan orgullosos del idioma de sus padres, que lo practiquen y lo estudien.
“El idioma es muy importante para que los padres puedan seguir siendo los consejeros de sus hijos y puedan acompañarlos a la hora de tomar decisiones importantes”, agrega López anotando que si los padres pierden la habilidad de comunicarse con sus hijos, los niños van a “quedarse solos, se van a educar solos y van a recibir consejos de otras personas en vez de recibirlos de sus padres”.
Y es que el idioma natal, de no practicarse puede perderse en un año, señala la experta recordando que cada momento en el que los padres y la familia en general tienen contacto con el niño, lo están educando; con cada gesto, con cada palabra, el padre tiene la oportunidad de transmitirle a su hijo una lección y de dejarle ver que es importante, que es querido y que es parte fundamental de la familia.
Las sencillas actividades del hogar, como la preparación de alimentos, la limpieza o el baño diarios son oportunidades de aprendizaje para los niños pequeños; en la cocina por ejemplo, si estamos preparando una ensalada, podemos irle enseñando al pequeño las diferencias entre las verduras, los distintos colores y texturas y la importancia de alimentarse sanamente.
Compartir con nuestros hijos los cuentos y las canciones o versos que aprendimos de pequeños, la historia de nuestros padres, de nuestros abuelos, de nuestra familia los ayudará a construir su autoestima y les dará confianza en si mismos. Un niño sano emocionalmente, que recibe el cuidado y la atención que necesita en casa, tendrá una autoestima en la que podrá apoyarse para seguir aprendiendo.
El aprendizaje es un proceso continuo que no termina, ayudarles a nuestros hijos en el proceso de aprender a aprender es uno de los mejores regalos que podemos darles.
lunes, 2 de mayo de 2011
De inmigrantes, redadas y derechos
Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana
Mientras la pobreza, la violencia y la desesperanza continúan alimentando los flujos migratorios hacia Estados Unidos, el panorama de aquellos que esperan una reforma migratoria integral, que saque de las sombras a los millones de inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en este país, no es nada alentador.
Mientras las redadas y las deportaciones continúan y las comunidades inmigrantes siguen viviendo el miedo, es sano recordar que como seres humanos seguimos teniendo derechos.
Por eso, si usted no es ciudadano estadounidense y no tiene sus documentos en regla, debe saber que si es arrestado tiene derecho a permanecer en silencio y a solicitar los servicios de un abogado. No revele su situación migratoria, no mienta, no entregue documentos falsos y mantenga la calma, recuerde, todo lo que diga puede ser utilizado en su contra.
Debe saber que para ingresar a su lugar de trabajo los agentes de inmigración deben tener una orden firmada por un juez o la autorización del empleador, pero si se trata de un lugar público, los oficiales no necesitan esa orden. Si es arrestado no firme nada hasta que no hable con un abogado, si lo hace puede estar renunciando a su derecho a tener una audiencia ante un juez de inmigración o aceptando su condición de ilegalidad.
“El peor error que cometen muchas personas es firmar la deportación. Muchas personas se dejan intimidar por los oficiales que les dicen que si no firman van a estar detenidos por meses”, señala el abogado de inmigración Jorge Rivera resaltando que es muy importante buscar una buena asesoría legal.
“Muchas veces las personas pueden calificar a algún beneficio que no saben que existe”, indica Rivera recordando que tras el arresto usted tiene derecho a hacer una llamada telefónica y a notificar al consulado de su país de origen donde le pueden ayudar a contactar a su familia o a encontrar un abogado.
“Soldado prevenido vale por dos”, dice el viejo refrán y cuando se corre el riesgo de caer en una redada o incluso de ser deportado, es mejor tener un plan de emergencia. Lleve siempre con usted los datos de su abogado o de un representante sindical o comunitario que pueda ayudarlo en caso de necesidad y en lo que respecta a su familia designe a una persona de toda su confianza que pueda tomar decisiones en su nombre y velar por el bienestar de sus hijos o familiares mayores, enfermos o incapacitados.
Ahora, si las autoridades migratorias llegan a su casa, usted tiene derecho a ver la orden de un juez que autoriza la entrada a su residencia; no abra hasta no ver la orden, pida que se la extiendan por debajo de la puerta. Si usted abre y le da permiso al agente para que entre a su casa, se puede considerar que usted le ha dado su “consentimiento”. Si entran sin la orden, pida los nombres y números de placa de los agentes y dígales que usted no da su consentimiento para realizar el registro. Tome nota también de los nombres, las direcciones y los números de teléfono de toda persona que haya presenciado el suceso.
Si el agente tiene una orden, observe el registro para determinar si el agente registra algún lugar que no se haya especificado en la orden. Solicite un recibo por todo lo que se lleve el agente.
En todo momento, aunque sea muy difícil, la mejor opción es mantener la calma con los nervios en su punto es más fácil tomar decisiones correctas. Si necesita saber si alguna persona cercana o familiar ha caído en una redada o ha sido arrestada por inmigración, comuníquese con la sede local de la oficina de inmigración y aduanas ICE. Si desea una lista de los sitios de reclusión de ICE puede visitar http://www.ice.gov/detention-facilities/
Para la Red Hispana
Mientras la pobreza, la violencia y la desesperanza continúan alimentando los flujos migratorios hacia Estados Unidos, el panorama de aquellos que esperan una reforma migratoria integral, que saque de las sombras a los millones de inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en este país, no es nada alentador.
Mientras las redadas y las deportaciones continúan y las comunidades inmigrantes siguen viviendo el miedo, es sano recordar que como seres humanos seguimos teniendo derechos.
Por eso, si usted no es ciudadano estadounidense y no tiene sus documentos en regla, debe saber que si es arrestado tiene derecho a permanecer en silencio y a solicitar los servicios de un abogado. No revele su situación migratoria, no mienta, no entregue documentos falsos y mantenga la calma, recuerde, todo lo que diga puede ser utilizado en su contra.
Debe saber que para ingresar a su lugar de trabajo los agentes de inmigración deben tener una orden firmada por un juez o la autorización del empleador, pero si se trata de un lugar público, los oficiales no necesitan esa orden. Si es arrestado no firme nada hasta que no hable con un abogado, si lo hace puede estar renunciando a su derecho a tener una audiencia ante un juez de inmigración o aceptando su condición de ilegalidad.
“El peor error que cometen muchas personas es firmar la deportación. Muchas personas se dejan intimidar por los oficiales que les dicen que si no firman van a estar detenidos por meses”, señala el abogado de inmigración Jorge Rivera resaltando que es muy importante buscar una buena asesoría legal.
“Muchas veces las personas pueden calificar a algún beneficio que no saben que existe”, indica Rivera recordando que tras el arresto usted tiene derecho a hacer una llamada telefónica y a notificar al consulado de su país de origen donde le pueden ayudar a contactar a su familia o a encontrar un abogado.
“Soldado prevenido vale por dos”, dice el viejo refrán y cuando se corre el riesgo de caer en una redada o incluso de ser deportado, es mejor tener un plan de emergencia. Lleve siempre con usted los datos de su abogado o de un representante sindical o comunitario que pueda ayudarlo en caso de necesidad y en lo que respecta a su familia designe a una persona de toda su confianza que pueda tomar decisiones en su nombre y velar por el bienestar de sus hijos o familiares mayores, enfermos o incapacitados.
Ahora, si las autoridades migratorias llegan a su casa, usted tiene derecho a ver la orden de un juez que autoriza la entrada a su residencia; no abra hasta no ver la orden, pida que se la extiendan por debajo de la puerta. Si usted abre y le da permiso al agente para que entre a su casa, se puede considerar que usted le ha dado su “consentimiento”. Si entran sin la orden, pida los nombres y números de placa de los agentes y dígales que usted no da su consentimiento para realizar el registro. Tome nota también de los nombres, las direcciones y los números de teléfono de toda persona que haya presenciado el suceso.
Si el agente tiene una orden, observe el registro para determinar si el agente registra algún lugar que no se haya especificado en la orden. Solicite un recibo por todo lo que se lleve el agente.
En todo momento, aunque sea muy difícil, la mejor opción es mantener la calma con los nervios en su punto es más fácil tomar decisiones correctas. Si necesita saber si alguna persona cercana o familiar ha caído en una redada o ha sido arrestada por inmigración, comuníquese con la sede local de la oficina de inmigración y aduanas ICE. Si desea una lista de los sitios de reclusión de ICE puede visitar http://www.ice.gov/detention-facilities/
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