lunes, 1 de agosto de 2011

Es mejor que no se estrese

Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana

Lamentablemente el estrés es una realidad recurrente en las sociedades modernas que lejos de avanzar en el mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores los acosa permanentemente con mayores exigencias de productividad.

Pero, ¿cuánto estrés es causado por el trabajo y cuánto por nosotros mismos?
¿Cuáles son – o pueden ser - los efectos del estrés en nuestra vida?
¿Podemos evitar el estrés o disminuir su presencia?
¿Qué es lo que realmente nos estresa? ¿Llevamos el estrés del trabajo a casa?
¿Cómo afecta el estrés nuestra vida familiar?

La respuesta a estas preguntas es individual, pero analizarlas tal vez pueda ayudarle a entender su propia situación y a, consecuentemente, controlar mejor el estrés que pueda haber en su vida.

La Academia Española de la Lengua define el estrés como una tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. Es decir, que la acumulación de tensiones genera un estado – estrés - que se refleja en nuestras actitudes, nuestro genio, nuestro estado de ánimo y nuestra salud.
De ahí la importancia de controlarlo y si es posible sacarlo de su vida.

El estrés laboral, de acuerdo con los conceptos aplicados por el Instituto Nacional
para la Seguridad y Salud Ocupacional, NIOSH, por sus siglas en inglés, es el conjunto de reacciones físicas y emocionales que ocurren cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos o las necesidades del trabajador.

Pero, según NIOSH el concepto de estrés, que tantos suponen inherente a la condición de trabajador, se asocia muchas veces a lo que es un desafío y entonces con la intención de superar el desafío, seguimos viviendo y tolerando la condiciones que nos generan estrés sin tener en cuenta las graves consecuencias que esto puede traer para nuestra salud.

El padecimiento del estrés es una cosa y la lucha por alcanzar objetivos es otra. Los desafíos nos vigorizan psicológicamente y físicamente, nos motivan a aprender habilidades nuevas y llegar a dominar nuestros trabajos. Cuando nos encontramos con un desafío, nos sentimos relajados y satisfechos. El desafío es un ingrediente importante del trabajo sano y productivo.

Pero cuando se plantean exigencias laborales imposibles y se llega a altos niveles de agotamiento el estrés hace que el cerebro se ponga en guardia y prepare al cuerpo para la acción defensiva y cuando las situaciones estresantes continúan no resueltas, el cuerpo permanece en un estado constante de activación, lo que aumenta el desgaste de los sistemas biológicos facilitando la fatiga, la disminución de las defensas y la enfermedad.

El estrés está relacionado con enfermedades cerebrales y del sistema cardiovascular e incide notablemente en el funcionamiento del sistema digestivo y la capacidad del cuerpo para relajarse y dormir, entre otras cosas.

Por eso, es importante que trate de controlar el estrés que hay en su vida. Muchas veces incrementamos nuestros niveles de estrés al no comunicar nuestras necesidades o deseos a las personas indicadas, nuestros jefes, nuestros cónyuges, nuestros hijos.

Si lo necesita o lo desea pídalo. Hablar, expresarse, comunicarse puede evitarle muchos dolores de cabeza y claro disminuir sus niveles de estrés. Cuanto menos estrés haya en su vida, mejores son sus posibilidades de surgir y de ser exitoso, si el estrés lo está carcomiendo, algo está muy mal, corríjalo.

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