lunes, 25 de octubre de 2010

Del Parkinson y los hispanos

Por Luisa Fernanda Montero

En términos generales, la prevención, el estilo de vida saludable y la buena costumbre de acudir al médico periódicamente y hacerse los chequeos pertinentes de acuerdo a la edad, entre otros factores, son prácticas sanas que además, nos pueden salvar la vida.

Sin embargo, hay condiciones poco comunes, si cabe el término, o cuyas señales de alerta no nos son familiares, como el Parkinson, que hace su aparición tan calladamente, que aumenta el riesgo de que le dejemos entrar como un invitado de honor, cuando en realidad no lo queremos en casa.

La enfermedad de Parkinson es un desorden cerebral neurodegenerativo que, en la mayoría de los casos progresa muy lentamente, lo que aumenta las posibilidades de que no percibamos las señales de alerta.

Pero vamos por partes. ¿Qué es un desorden cerebral neurodegenerativo?
El término “neurodegenerativo” se refiere a la degradación de las neuronas cerebrales y por tanto de su funcionamiento. En otras palabras estamos hablando de que las neuronas se cansan y dejan de hacer su trabajo.

Las causas de la enfermedad son aun tema de investigación científica, es decir que no sabemos concretamente que la desencadena y por lo tanto no existe para ella, una cura definitiva.

De acuerdo con la Fundación Nacional del Parkinson en los Estados Unidos entre 50 mil y 60 mil casos son diagnosticados anualmente y entre los hispanos, de acuerdo con Adolfo Díaz, terapeuta físico y director de programas de la fundación, la incidencia de la enfermedad es más alta que en la comunidad en general.

Las razones, pueden ser objeto de amplia discusión, pero al respecto, Joyce Oberdorf, presidenta de la fundación, señala que “la experiencia muestra que muchas personas que hablan español o que viven en zonas rurales o mal atendidas, así como los que viven en zonas con problemas económicos carecen con más frecuencia de acceso a una atención médica de calidad”.

Dicha circunstancia, no puede menos que encender las señales de alerta y volver a llamar nuestra atención sobre la importancia de tomar decisiones inteligentes y hacer lo que esté a nuestro alcance por disminuir los factores de riesgo de esta y muchas otras condiciones.

Adolfo Díaz, recuerda que un estilo de vida saludable, una alimentación sana y una rutina de ejercicios periódica pueden ayudar bastante.

Vale la pena, aclarar que contrariando la creencia general, el Parkinson no afecta solo a personas de la tercera edad, de hecho existe un Parkinson juvenil y si bien es cierto que curarla es imposible, también es cierto que es una condición con la que se puede vivir.

Reconocer los síntomas y recibir un diagnostico exacto a tiempo amplia las posibilidades de vivir una vida más larga y saludable.

¿Cómo reconocerlo?

Sus síntomas iniciales son: dificultad para moverse o caminar, temblores o estremecimientos, andar encorvado, escribir con letra pequeña, pérdida de olfato, dificultad para dormir, voz suave o baja, tener cierta expresión facial demasiado seria o similar a una máscara, mareos, desfallecimiento y estreñimiento.

La progresión de la enfermedad varia según el caso pero las terapias - sobre todo si se diagnostica a tiempo - pueden frenar su avance y su intensidad proporcionando una calidad de vida satisfactoria por muchos años.

La Fundación Nacional del Parkinson tiene a su disposición una línea de ayuda, a la que puede acudir si desea saber más sobre esta condición. En el 1-800-473-4636 le atenderán en español.

lunes, 18 de octubre de 2010

La educación es asunto de todos

Por Luisa Fernanda Montero

Esta semana el presidente Barack Obama congregó a funcionarios, agentes comunitarios y educadores para hablar de educación, y renovar el Programa de la Casa Blanca para la Excelencia Educativa de los Hispanos.

La acción es admirable, sin duda, el Programa creado en septiembre de 1990 ofrece pautas sobre asuntos educativos relacionados con los hispanos y pretende generar oportunidades académicas para la comunidad hispana.

La verdad dolorosa, sin embargo, es que la educación está en crisis, y como parte del sistema, la comunidad hispana no puede aislarse de ese panorama. De hecho, el tema educativo es una de sus prioridades y eso está ampliamente demostrado, las encuestas, marcan a la educación como una de sus preocupaciones permanentes al lado de temas como la economía y la inmigración.

Los millones de hispanos que viven en Estados Unidos, han tenido que adaptarse, de una u otra forma, a un mundo cultural – muchas veces adverso – que les exige un aprendizaje permanente.

He visto, en mis años de trabajo con la comunidad hispana, como padres carentes de recursos hacen esfuerzos sobrehumanos para “sacar a sus hijos adelante”, y eso implica, sin lugar a dudas, educarlos, abrirles las puertas de un futuro mejor en el que sus sacrificios encuentren un sentido.

He visto triunfar y graduarse de las más prestigiosas universidades a los hijos de humildes trabajadores hispanos, sin ninguna preparación académica.

Si, la educación es prioritaria para los hispanos. Pero, aunque ha ido mejorando paulatinamente, el sistema no está creado para ellos.

Hoy son mucho más comunes los programas de inglés como segunda lengua en las escuelas e instituciones educativas, y los esfuerzos de inmersión cultural son una realidad en muchas comunidades, pero, falta mucho.

Es claro que las comunidades de bajos recursos que no tienen acceso a educación “privilegiada” siguen enfrentándose a la discriminación y a la ineficiencia del sistema y esta es una pelea que debe darse en todos los niveles, pero, el sistema educativo, por sí mismo, no puede garantizar el éxito de todos y cada uno de sus pupilos.

Por eso, una gran parte de la responsabilidad recae en los padres. Es en el seno familiar donde niños y jóvenes deben encontrar la inspiración y las herramientas para triunfar en el campo educativo.

Si el sistema falla – y ha fallado - el hogar debe ser una especie de fortaleza en la que los valores que niños y jóvenes necesitan para labrarse un mejor futuro, sean prioritarios.

Los padres, no pueden descargar la responsabilidad de la educación de sus hijos en la escuela, o en el sistema mismo, deben ser protagonistas permanentes de la educación de sus hijos.

La tarea, no es fácil, pero tampoco es imposible. Tiene que ver con un compromiso afectivo y una disposición de tiempo real.

Es bien sabido que muchos padres hispanos se ven obligados a trabajar dobles jornadas y que el tiempo que pueden dedicarle a sus hijos es mínimo; pero ese tiempo, es el mejor legado que pueden darles.

Comparta con su hijo, hable con él, escúchelo y llévelo de la mano. Si usted no se compromete con la educación de su hijo, es muy probable que él tampoco lo haga.

Tiempo, dedicación y amor, son claves en la búsqueda de la excelencia educativa, y es en el hogar donde deben fortalecerse los cimientos de una conciencia real sobre la importancia del aprendizaje. Sin esos cimientos no hay sistema ni programa que valga.

lunes, 11 de octubre de 2010

¡Cuidado con los pesticidas!

Por Luisa Fernanda Montero

Los pesticidas han sido diseñados para aniquilar plagas de insectos y organismos que representan algún riesgo para la salud humana, pero su mal uso puede traer consecuencias graves. Por eso es indispensable tomar todas las precauciones necesarias para proteger a su familia y a sus mascotas de los efectos nocivos de los pesticidas.

Si usted trabaja en un campo o sembrado donde es corriente el uso de pesticidas para alejar las plagas de las frutas o verduras, debe seguir al pie de la letra las instrucciones de su empleador en cuanto al uso de pesticidas.

La ropa, los zapatos y demás elementos que usa en el campo no deben ser los mismos que usa en su casa, porque pueden contener restos de pesticida que afecten la salud de los suyos; recuerde que al fin de cuentas, el pesticida es un veneno.

De regreso a casa, saliendo del trabajo, lávese muy bien las manos antes de saludar o alimentarse; si le es posible, téngalo en cuenta: no hay nada mejor que un baño reconfortante al comenzar la noche.

Nunca consuma frutas o verduras extraídas directamente del campo sin que hayan pasado por el proceso especializado de limpieza, pueden hacerle mucho daño.

Si su contacto con los pesticidas o plaguicidas, no es cotidiano, aun debe estar al tanto de los riesgos que estos venenos representan.

Plagas como las cucarachas, las moscas, los zancudos o las chinches, pueden además de ser en extremo desagradables, ser transmisoras de enfermedades.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura, en ciertas regiones de Estados Unidos los mosquitos pueden transmitir enfermedades como encefalitis equina y de Saint Louis y algunas moscas ocasionan dolorosas picaduras que pueden persistir durante varios días, hincharse e infectarse.

Las garrapatas, por su parte, pueden transmitir enfermedades graves como la enfermedad de Lyme y la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, para citar algunos ejemplos, por eso, lamentablemente, una u otra vez tendremos que acudir a los insecticidas para librarnos de ellos; pero debemos hacerlo con precaución.

La idea es que seamos capaces de usarlos sin afectar nuestra salud o el medio que nos rodea, por lo que debemos tener claro de qué productos estamos hablando.

Pesticidas son todos los sprays usados para matar ratas, cucarachas, termitas, pulgas u otros insectos, los repelentes y desinfectantes de uso casero, incluidos los blanqueadores y los productos destinados a aniquilar el moho, los herbicidas y los químicos para la limpieza de las piscinas.

A la hora de elegir uno, debe asegurarse de que usará el indicado. La clave está en la lectura de la etiqueta, allí encontrará la información que necesita y además podrá saber que tan peligroso es el producto que tiene en sus manos.

Si la etiqueta dice Danger - peligro - indica que es altamente venenoso y corrosivo, si dice Warning - alerta - indica que es moderadamente peligroso y si dice
Caution - cuidado - indica que no es excesivamente venenoso, sin embargo, en todos los casos debe ser precavido.

Lea la etiqueta cada vez que vaya a usar el producto y siga sus instrucciones al pie de la letra, sólo así obtendrá los mejores resultados con el mínimo riesgo y, por lo que más quiera, mantenga todos estos productos fuera del alcance de los niños, el riesgo para su salud es real.

lunes, 4 de octubre de 2010

Aprendiendo la lección

Por Luisa Fernanda Montero

Las grandes desgracias están llamadas, a pesar de si mismas, a generar grandes enseñanzas. La crisis económica que ha alcanzado proporciones internacionales no puede ser la excepción.

La comunidad hispana ha pagado y sigue pagando el precio de una crisis hipotecaria que dejó a miles de personas, sin vivienda y el desempleo sigue cobrando víctimas. Actualmente miles de familias luchan contra la corriente para pagar las cuotas de sus hipotecas y seguir siendo propietarias en medio de un ambiente poco menos que hostil.

Por eso, quienes aun contemplan la posibilidad de ser propietarios, deben saber que comprar una casa, es un compromiso a largo plazo que requiere, además de un gran sentido de responsabilidad, una sólida estabilidad laboral y económica.
A la hora de decidirse a ser propietario, son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta. Y la decisión no debe depender sólo de la posibilidad de obtener un préstamo.

Si está pensando en adquirir su vivienda propia, y quiere tener éxito, hay ciertos aspectos que debe tener en cuenta.

Además de estar plenamente consiente de sus posibilidades económicas, de la viabilidad de su crédito y de los pasos que debe seguir para convertirse en propietario, usted debe informarse plenamente sobre las condiciones del mercado en el lugar donde vive, o en el que pretende comprar.

Es indispensable que aprenda todo lo que le sea posible sobre el proceso que ha de seguir para obtener el préstamo indicado, el tipo de préstamo que más le conviene, las tasas de interés y las formas de pago.

En el proceso, la oficina de El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, HUD, por sus siglas en inglés, de su localidad, puede ser de gran utilidad.
Existen cursos para compradores por primera vez dónde, puede no sólo empezar a despejar sus dudas, si no que conocerá a los asesores y consejeros que pueden guiarlo por el camino correcto hacia su nuevo hogar.

Pero, tenga la certeza de que no llegará si no tiene sus finanzas en orden. Para empezar debe obtener una copia de su reporte de crédito y de su puntaje; si su puntaje de crédito está por debajo de los 620, es mejor que se tome su tiempo para mejorarlo. Un crédito apropiado puede significar un mejor préstamo y cuotas menos altas.

Si no lo ha hecho, establezca y respete un presupuesto familiar. Es de vital importancia que esté completamente seguro de la cantidad que puede pagar mensualmente. Recuerde que al ser propietario todos los gastos extras que genere su vivienda, le corresponden. Eso incluye, de acuerdo al caso, el cuidado de jardines y exteriores y mantenimiento en general.

Recuerde que el pago de su hipoteca no debe exceder el 33 por ciento de sus ingresos totales. Su presupuesto deberá incluir todos los gastos familiares, incluyendo alimentación, educación, salud, utilidades y demás.

Si su presupuesto no se ajusta holgadamente, tal vez su mejor opción sea reconsiderar –por ahora- sus planes de ser propietario.

Para aprobarle un préstamo, el banco, requerirá información sobre su trabajo, sus ingresos y sus deudas para determinar que tipo de financiamiento puede ofrecerle. Si califica, recibirá una carta de pre-aprobación del prestamista que le ayudará en el proceso de compra con el vendedor.

La carta de pre-aprobación no significa que su préstamo ha sido aprobado definitivamente, pero es un buen comienzo. Tener una casa puede ser el sueño de toda su vida, pero sólo logrará si toma las decisiones adecuadas.