lunes, 20 de junio de 2011

¡Cuidado con el calor!

Luisa Fernanda Montero
Para la Red Hispana

Para los amantes del sol, el verano es la mejor época del año, sin embargo, vale la pena recordar que el calor excesivo puede traer consecuencias desastrosas para la salud de grandes y chicos.

Cada año en Estados Unidos se registran decenas muertes por exposición al calor extremo. Un reporte de los Centros de Control de Enfermedades, CDC, del 2001 habla de que en promedio unas 300 personas mueren anualmente por exposición al calor.

Si bien el uso del aire acondicionado ofrece la mejor protección contra la exposición al calor, muchas personas limitan su uso, por los altos costos que pueden reflejarse en las facturas de energía, pero esto puede poner en peligro su salud.

Además muchos trabajadores se ven expuestos a largas jornadas bajo los rayos solares, por eso, la recomendación es que todos reconozcamos los signos de peligro de las enfermedades creadas por el calor y tomemos las medidas necesarias para protegernos.

Cuando el cuerpo de una persona no puede enfriarse adecuadamente mediante el sudor o cuando la humedad es demasiado alta y el sudor no se evapora rápidamente y se alcanzan temperaturas corporales superiores a los 106 Farenheit (o 41 grados centígrados) se puede sufrir lo que se conoce como un golpe de calor.

El golpe de calor puede provocar la muerte o algún tipo de incapacidad si no es tratado en forma inmediata. Los síntomas – a los que debemos estar atentos – son además de la alta temperatura, piel roja caliente y seca sin sudor, pulso acelerado, dolor de cabeza, mareo, nausea, confusión y perdida de la conciencia.

Igualmente el agotamiento por calor es una forma de enfermedad más ligera que puede desarrollarse tras varios días de exposición a las altas temperaturas sin ingerir la cantidad de líquido adecuada.

Las personas más vulnerables al calor son los ancianos, los niños, las personas con presión alta de la sangre, obesidad o enfermedades del corazón y aquellas que trabajan o hacen ejercicio en un ambiente muy caluroso. Las señales de peligro del agotamiento por calor son: mucho sudor, palidez, calambres musculares, cansancio, debilidad, mareos, dolor de cabeza, náusea, vómito y desmayo. La piel puede estar fría y húmeda. El pulso será rápido y débil y la respiración rápida y profunda. Si no se atiende el agotamiento por calor, puede convertirse en un golpe de calor.

¿Qué hacer entonces?

A la hora de lidiar con el calor, debemos estar listos para tomar los baños de agua fría que sean necesarios. Es muy importante aumentar el consumo de líquido aunque no tengamos sed y es necesario que este no contenga licor, demasiada azúcar o cafeína.

Trate de permanecer el mayor tiempo posible en un lugar con aire acondicionado, si no tiene aire en casa vaya a un centro comercial, a un centro para ancianos a una biblioteca pública o a cualquier lugar donde su cuerpo se pueda mantener fresco.

Procure permanecer puertas adentro y si lo necesita llame a su departamento de salud local para ver si existen albergues de refugio contra el calor extremo en su zona.
Si tiene que salir, busque las áreas sombreadas y no olvide su sombrero, los lentes y por su puesto el protector solar. Use ropa ligera, clara y que no sea apretada y préstele atención a las personas más vulnerables como ancianos, enfermos, niños a su alrededor.

Y a la hora de veranear recuerde que debe tomar las mismas precauciones, el sol calienta y quema, ¡tenga cuidado!

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