Luisa Fernanda Montero
Especial para la Red Hispana
La desinformación y la angustia pueden llevar a muchos a cometer graves errores. Sin embargo, no pocas veces, los inmigrantes pecamos de ingenuos y confiados y nos dejamos llevar por falsas ilusiones con la esperanza de, si no lo hemos logrado, legalizar cuanto antes nuestra estadía en Estados Unidos.
Pero, si bien es cierto que cada cual tiene su sueño americano y que a muchos se les ha cumplido, también es cierto que las cosas no caen del cielo. Por eso si le pintan pajaritos de oro en el aire, abra los ojos, puede ser que lo quieran estafar.
Diariamente, decenas de inmigrantes pierden su dinero y arriesgan su estabilidad al buscar ayuda para solucionar sus situaciones migratorias en el lugar equivocado.
Falsos abogados, abogados inescrupulosos, charlatanes, notarios y estafadores hacen de las suyas gracias a la ingenuidad de sus víctimas. Por eso es fundamental que si necesita ayuda la busque en el lugar indicado y sea precavido.
Lamentablemente las leyes migratorias que rigen en este país no funcionan, no responden a la realidad y no son justas. Mientras no se apruebe una reforma migratoria integral, coherente y práctica millones de inmigrantes van a tener que seguir viviendo en las sombras de la ilegalidad. Esa es la realidad. Por eso a la hora de buscarle soluciones a su caso, debe asegurarse de que está acudiendo a un profesional realista, capaz y autorizado para ayudarlo.
Sólo abogados, o representantes acreditados que trabajen para organizaciones reconocidas por la Junta de Apelaciones de Inmigración pueden darle consejo legal.
Por estos días, con la intención de evitar que más personas sigan siendo víctimas de estafadores el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, USCIS, lanzó una campaña informativa que busca ofrecerles a los inmigrantes las herramientas necesarias para acceder a la ayuda correcta y la oportunidad de denunciar las estafas.
Visitando www.uscis.gov/eviteestafas puede encontrar una guía de cómo protegerse de las estafas. Recuerde que además de hacerle perder dinero y tiempo, pedir ayuda en el lugar equivocado puede retrasar su solicitud o petición y tal ves, generar un proceso de deportación.
La falta de información hace que se acuda a personas equivocadas en busca de ayuda. Muchos, por ejemplo, acuden a los notarios porque para algunos hispanos el término “notario” traduce abogado con credenciales legales especiales. Sin embargo, en los Estados Unidos, los notarios públicos son personas asignadas para presenciar la firma de documentos importantes y administrar juramentos y no están autorizados para proporcionar ningún servicio legal relacionado con inmigración.
Abra los ojos. Si alguien le “garantiza” que puede conseguirle una visa, una tarjeta verde, tarjeta de residente o green card o un permiso de trabajo en tiempo récord, dude. No hay excepciones para los tiempos normales de procesamiento de USCIS.
Si está buscando ayuda de un abogado, verifique con la asociación del colegio de abogados del estado si esa persona puede ejercer. Si está recibiendo asesoría de alguien que no es abogado, verifique si el individuo es un representante acreditado de una organización reconocida por la Junta de Apelaciones de Inmigración, BIA, por sus siglas en inglés.
Conozca las leyes de su estado. Algunos estados tienen leyes específicas que regulan a los asesores de inmigración y si no está seguro de que le están dando consejos confiables, no dude en buscar una segunda opinión.
En http://www.justice.gov/eoir/probono/states.htm encontrará una lista de las organizaciones acreditadas para ofrecer ayuda migratoria en su estado.
Busque la información en el lugar correcto. Abra los ojos. No se deje estafar.
lunes, 13 de junio de 2011
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