Luisa Fernanda Montero
No es casualidad, todo está fría y sistemáticamente calculado, inmediatamente después del 31 de octubre se bajan las brujas, los esqueletos y las arañas de las vitrinas y empieza la danza de Santa Claus.
Los rojos y los verdes navideños se toman las tiendas, las casas y las calles y el mundo es una fiesta pero cuando cesan las campanas, los villancicos y el jolgorio, llegan las cuentas.
Para no terminar con un infarto durante los primeros días del año nuevo, lo mejor es tomar precauciones.
La conocida asesora financiera Julie Stav, afirma que el dinero es una cuestión de actitud y que todos podemos disfrutar de sus ventajas si aprendemos a contar y a administrar nuestros ingresos correctamente.
¿Por qué no empezamos de una vez?
Las festividades navideñas son supremamente propicias para el despilfarro y – lo que es peor- el endeudamiento.
Por eso es indispensable organizar nuestras finanzas de modo que las fiestas no nos arruinen el bolsillo.
Para empezar es indispensable tener claro nuestro presupuesto, cuanto dinero entra y cuanto sale mensual, semanal o quincenalmente y cuanto podemos destinar a las celebraciones familiares y a los regalos.
Si hacemos bien las sumas y las restas podremos determinar exactamente cuando y como vamos a gastar y si las cuentas no son muy halagadoras, con más razón debemos apretarnos el cinturón.
No debemos gastar lo que no tenemos. A la hora de demostrar afecto, muchas veces, sentimos como el corazón y los bolsillos se nos ensanchan al mismo ritmo y, si se han acabado los verdes, acudimos inmediatamente a cuanto plástico brilla en nuestra billetera, sin pensarlo dos veces.
Lo que nuestro generoso corazón no sabe es sumar, por eso, si lo hacemos por él, le estaremos haciendo un gran favor. Muchas veces un presente sencillo y realmente afectuoso vale más que un obsequio costoso y aquellos que realmente nos aprecian, muy seguramente lo entenderán.
Los precios aumentan con la temporada y el champagne, los mariscos, el pavo y el cerdo son los primeros de la lista, por eso hay que planificar las cenas y es mejor hacerlo cuanto antes.
Decide cuanto dinero vas a gastar y se consecuente con tu decisión, haz una lista de regalos y síguela al pie de la letra, si quieres ahorrar haz tus compras antes del 15 de diciembre, compara precios y procura pagar en efectivo, así le harás el quite a las compras compulsivas.
Disfruta de las fiestas, el espíritu navideño y la compañía de tus seres queridos que no tienen precio.
lunes, 22 de noviembre de 2010
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